viernes, 10 de octubre de 2014

DECLARACION DE CANCUN EN IV CONGRESO IBERO-AMERICANO DE SEGURIDAD VIAL (CISEV)

IV CONGRESO IBERO-AMERICANO DE SEGURIDAD VIAL (CISEV)
 Cancún (México), 30 de septiembre a 2 de octubre de 2014

 DECLARACIÓN DE CANCÚN 

Motivados por un profundo compromiso para mejorar la seguridad vial en la región de América Latina, el Caribe, España y Portugal, a la mitad del camino iniciado con el lanzamiento del Decenio de Acción por la Seguridad Vial en el año 2010 y en el afán de contar con un espacio para el intercambio de experiencias y buenas prácticas, así como de favorecer una reflexión sobre los obstáculos y retos inmediatos a vencer para avanzar en el cumplimiento de la meta de reducción de víctimas de accidentes en un 50% en 2020.

Aun Reconociendo que se han producido avances en materia de seguridad vial en la Región desde el III Congreso Ibero-Americano de Seguridad Vial celebrado en Bogotá en 2012 en diversos ámbitos, destacando una mayor sensibilidad social y política ante esta realidad y la inclusión de la seguridad vial en las políticas gubernamentales;

Entendemos que los cambios y mejoras acometidos no son suficientes para hacer frente a los ambiciosos retos establecidos y, a tenor de las cifras de siniestralidad actuales, los niveles de seguridad vial no alcanzan los estándares deseables para la mitad del Decenio y se puede predecir un fracaso por contener la epidemia que representan los fallecidos, lesionados y discapacitados como consecuencia del tránsito; los esfuerzos, por tanto, deben incrementarse de manera significativa y sostenible en el tiempo;

Por todo ello, Reclamamos un nuevo impulso al tratamiento de la seguridad vial, con el objetivo de promover un cambio de ritmo que permita alcanzar las metas establecidas; cambio de ritmo que pasa por una implicación política, labor de liderazgo y coordinación, asignación de recursos humanos y económicos, redefinición de prioridades y recopilación, difusión y aplicación de buenas prácticas en materia de seguridad vial. Para ello, como aporte estratégico de la Declaración de Cancún, definimos la siguiente

HOJA DE RUTA

Consideramos INAPLAZABLE:

 La declaración de la seguridad vial como una política de Estado.

 La promulgación de una Ley que permita la institucionalización real de la seguridad vial en los países que no la tengan, estableciendo entes responsables, programas de acción, recursos humanos, prioridades, objetivos definidos y presupuestos.

 La creación de una Agencia u organismo líder similar que regule la seguridad vial en los países, con recursos, competencias suficientes, capacidad de actuación y respaldo político al más alto nivel.

 La creación y el fortalecimiento de los sistemas de información de movilidad y seguridad vial, como indispensables para la toma de decisiones, con acceso público.

 La incorporación de las asociaciones de víctimas, organizaciones civiles y los medios de comunicación en las políticas de seguridad vial, como canal fundamental para llegar a toda la ciudadanía, consiguiendo la máxima implicación de la sociedad.

 El posicionamiento de la seguridad vial en el centro de las políticas de planificación, diseño, construcción, conservación y gestión de carreteras y vías urbanas.

Asumimos como URGENTE:

 Establecer los mecanismos que conduzcan a la profesionalización de una policía especializada en materia de tránsito dotada de la tecnología adecuada para el desempeño de su labor de vigilancia y control.

 Diseñar un procedimiento sancionador adecuado que asegure el cumplimiento de las normas mediante la ejecución efectiva de las sanciones.

 Promover, desde la planificación, políticas para garantizar la movilidad segura de todos los usuarios, en particular de los más vulnerables, entre los que destacan los peatones y los ciclistas.


 Adoptar la norma de vehículos seguros de Naciones Unidas, para permitir mejorar la seguridad vehicular, involucrando a los fabricantes en el compromiso del máximo nivel de seguridad para todas las unidades de la Región, como en otras partes del mundo.

 Aplicar una política integral de movilidad segura para las motocicletas, considerando el creciente problema que supone su uso incontrolado.

 Implantar sistemas seguros de transporte público.

 Abordar el problema de la adecuación de la velocidad en las vías urbanas e interurbanas, estableciendo límites adecuados a las características y usos de las vías, así como a la composición del tránsito, y estableciendo procedimientos de control sistemático, preferiblemente con medios tecnológicos.

 Controlar de manera efectiva el consumo de alcohol y drogas asociado a la conducción, generando marcos reguladores, procedimientos de control y sanción y políticas de educación y concienciación social, que se hayan demostrado exitosas.

 Aspirar a ratios del 100% en el uso del casco y del cinturón de seguridad entre los usuarios, para lo que es necesario establecer marcos normativos, asignar medios de control y difundir información y concienciación a los ciudadanos.

 Adoptar y aplicar normativas para la generalización de los Sistemas de Retención Infantil en la región.

 Promover la transferencia de conocimiento y buenas prácticas basadas en evidencias científicas entre los países de la comunidad de América Latina, el Caribe, España y Portugal, con el CISEV junto con otras iniciativas, como máximo exponente de colaboración internacional.

 Regular la obtención de los permisos de conducir, garantizando una formación y evaluación adecuadas y su expedición por parte de una única entidad o de acuerdo a criterios y procedimientos homogéneos.

 Implementar programas de formación adecuados a cada nivel de responsabilidad de los distintos actores de la seguridad vial, para la adecuada preparación de funcionarios públicos y privados.

 Reforzar el Programa Mesoamericano de Seguridad Vial, como ejemplo de la generación de fuertes alianzas multisectoriales para la seguridad vial, reconociendo el alto potencial para desarrollar nuevos enfoques que maximizan el esfuerzo de colaboración.

Acordamos esta hoja de ruta los responsables gubernamentales, asociaciones de carreteras de la Región, representantes de organismos multilaterales, la academia, asociaciones de víctimas, organizaciones civiles, empresas privadas, expertos internacionales, ponentes y profesionales comprometidos con la seguridad vial de 23 países, reunidos en el IV Congreso Ibero-Americano de Seguridad Vial (CISEV), al tiempo que invitamos a otros implicados y, de manera muy significativa, a los responsables de la toma de decisiones en los países, a asumir este manifiesto como propio, permitiendo que sirva de guía en los próximos años para conseguir el necesario cambio de ritmo con vistas a lograr las metas del Decenio.

En Cancún (México), a 2 de octubre de 2014

domingo, 21 de septiembre de 2014

BAHIAS PARA BUSES DEL TUC USADAS POR TAXIS DE PARADA

La mañana del jueves 18/9/14 se observó que la bahía de buses del TUC ubicada en el costado Oeste del Centro Comercial METROCENTRO está siendo utilizada por taxis, desordenando de esta manera la Operación del Sistema de Transporte Urbano Colectivo y provocando que los pasajeros bajen de los buses desprotegidos completamente en el área de circulación vehicular. Se hace un llamado a la Policía de Tránsito y a IRTRAMMA para que tome cartas en el asunto.

miércoles, 11 de junio de 2014

EL ALCOHOL SEDUCE MAS A LOS JOVENES EN FINES DE SEMANA

http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/322138-alcohol-seduce-mas-a-jovenes-fines-de-semana

Este estudio está muy interesante con los datos estadísticos que presenta, pero pienso que debió haberse presentado un mapa que mostrara las zonas donde más se expende y consume alcohol, es decir, ubicación de bares, discotecas, antros de vicios, etc., que ayude a la planificación de parte de la Policía de Tránsito para la disposición de las patrullas para el control de los conductores que salen de estos sitios en estado de embriaguez. Las personas son libres de ponerse "hasta el eje" consumiendo bebidas alcohólicas, pero no debe haber libertad para que conduzcan un vehículo en estado de ebriedad.

domingo, 4 de mayo de 2014

DECLARACION DE LA ASOCIACION MEDICA MUNDIAL SOBRE EL ALCOHOL Y LA SEGURIDAD EN CARRETERA

Declaración de la Asociación Médica Mundial sobre el alcohol y la seguridad en carretera

Adoptada por la 44ª Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Septiembre de 1992
Introducción
Los muertos y heridos en los accidentes de tránsito y atropellos constituyen un importante problema de salud pública. Puesto que una buena cantidad de muertos y mutilados en carretera son jóvenes, los años de esperanza de vida perdidos por dicha causa igualan a lo que ocurre con las principales epidemias modernas de enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
En muchos países, donde el consumo de alcohol es aceptado como parte de la vida diaria, se ha demostrado que los conductores en estado de ebriedad son responsables de casi la mitad de la cantidad de muertos y heridos graves en accidentes de tránsito.
En consecuencia, las medidas que prohiban conducir en estado de ebriedad permitirían un gran mejoramiento en la seguridad en carretera y una notable disminución de muertos y mutilados.
La conducción de un vehículo implica ciertos riesgos. El conductor responsable controla siempre los riesgos que enfrenta y se asegura que el nivel de riesgo nunca sobrepase lo que él estima inaceptable. El alcohol altera la evaluación subjetiva del conductor respecto a los riesgos, de modo que su comportamiento es más arriesgado, al mismo tiempo que disminuye la capacidad de conducción objetiva debido a los efectos del alcohol. Esto origina los accidentes de tránsito por causa del alcohol.
El bebedor que toma la decisión de conducir se ve enfrentado a una decisión análoga con respecto a los riesgos. Se trata principalmente del riesgo de desplazarse por las carreteras con seguridad. La evaluación subjetiva de dicho riesgo se distorsiona progresivamente por los efectos del alcohol. Por lo tanto, es necesario asegurarse que el conductor tomará o no el vehículo antes de que consuma suficiente alcohol como para que afecte realmente su juicio. Esto implica que los límites legales de concentración de alcohol en la sangre de los conductores deben fijarse a un nivel bajo, un nivel donde la evaluación subjetiva de los riesgos sea realista para toda la gente.
Los problemas importantes de salud pública necesitan acciones coordinadas. El detalle de cualquier iniciativa exitosa debe estar basado en un análisis del problema, puesto que afecta a un país y cultura en particular. En la mayoría de los países, los accidentes de tránsito por causa del alcohol tiene como protagonistas en forma desproporcionada a adolescentes y adultos jóvenes, es importante entonces realizar esfuerzos especiales a fin de disminuir el consumo de alcohol en dicho grupo. En muchos de estos casos, el problema del alcohol en la conducción es reflejo de problemas de alcoholismo en el trabajo, en el hogar o en el círculo social.
Para que un programa tenga buenos resultados debe contar con:
- la educación de la población en relación a la seriedad del problema y a las razones por las cuales el alcohol es peligroso para el conductor, a fin de cambiar la actitud de la población en lo que se refiere a beber y conducir.
- el apoyo de estas actitudes por medio de políticas apropiadas de imposición y sanciones legales.
- la identificación de bebedores problemáticos que pueden necesitar medidas adicionales.
Recomendaciones
La Asociación Médica Mundial insta a todas las asociaciones nacionales a promover los siguientes principios:
1. Los accidentes de tránsito a causa del alcohol constituyen un importante problema de salud pública evitable. La salud pública debe orientar sus recursos a este problema en proporción a su importancia.
2. La consideración de medidas de prevención detalladas necesita una buena comprensión de los grupos de edad y sociales, como de las razones sociales que originan los problemas en dichos grupos. Se debe realizar una investigación que muestre esos puntos de manera detallada. Cuando se compruebe la participación de grupos sociales específicos, se deben poner en marcha estrategias globales para tratar sus problemas. Esto puede representar una limitación del consumo de alcohol para dichos grupos y una forma de asegurarse que los que venden bebidas alcohólicas tengan parte de responsabilidad por las consecuencias de dicha venta. Debe existir educación dirigida a un cambio de actitud, respaldada con sanciones, si es necesario; además se debe eliminar el alcohol de los lugares de trabajo.
3. El accidente de tránsito a causa del alcohol debe ser considerado como un problema particular del alcoholismo, mientras que otros incluyen los accidentes de trabajo, desavenencia y violencia familiar y enfermedades. Esto debe reflejarse en el tratamiento médico y legal de los individuos.
a) Nunca se debe perder la oportunidad de rehabilitar a una persona alcohólica. Todo conductor sentenciado por manejo bajo la influencia del alcohol o con un exceso de alcohol en la sangre (o aliento) debe ser controlado por otros problemas relacionados al alcohol y, cuando corresponda, se le debe poner en un programa de rehabilitación.
b) Los programas de rehabilitación previstos para estos efectos deben ser financiados con fondos públicos, en consideración al grave riesgo que representa para el bienestar público el problema de la dependencia del alcohol.
4. La educación de la población debe asegurar que el efecto progresivo del alcohol en los reflejos del conductor y la evaluación de los riesgos sean bien comprendidos. No se debe olvidar, por lo general, los efectos del alcoholismo en la salud y el público debe reconocer los riesgos de complicaciones médicas cuando una persona ebria resulta herida.
a) El mensaje principal de salud debe ser que el alcohol siempre debe consumirse con moderación.
b) El mensaje específico debe ser que no se debe conducir en estado de ebriedad.
c) El problema particular de conductores adolescentes y adultos jóvenes que consumen alcohol debe ser tratado en programas educacionales sobre los efectos del alcohol, que se dicten durante los años escolares a fin de promover una actitud responsable frente al alcohol y la conducción. También se deben tocar otros temas relacionados con el alcohol, en forma simultánea.
5. Los médicos deben reafirmar la necesidad de una baja concentración legal de alcohol en la sangre en los conductores, que no sea superior a 50mg/100ml de sangre o concentraciones equivalentes en el aliento.
Los bajos límites legales tienen un efecto limitado si no se aplica la ley como corresponde. Las asociaciones nacionales deben insistir sobre las siguientes recomendaciones:
i) todo conductor víctima de un accidente grave debe someterse a un control de concentración de alcohol en la sangre (o aliento).
ii) efectuar controles al azar de los conductores, en general o en los momentos donde hay más posibilidades de accidentes de tránsito a causa del alcohol.

miércoles, 19 de marzo de 2014

RESPETE SU VIDA Y LA DE LOS DEMAS



jueves, 23 de enero de 2014

LAS PRINCIPALES DISTRACCIONES AL CONDUCIR UN VEHICULO Y LOS CONSEJOS PARA EVITARLAS


La llegada del buen tiempo, el comienzo de la temporada de verano y el inicio de las vacaciones propician un aumento de los viajes por carretera. Aunque los días son más largos, el calor y el deseo de descanso predisponen a una mayor relajación de la atención mientras se conduce. Con el objetivo de concientizar a los automovilistas y mejorar la seguridad vial, a continuación se recogen las principales distracciones asociadas a la conducción:
  1. Los ocupantes del vehículo
    Los acompañantes ocasionan distracciones reiteradas al 77% de los conductores. Se estima que cuanto mayor es el número de pasajeros que viajan en un vehículo, más aumenta la probabilidad de tener un accidente.
    Además, las mascotas y los niños en los automóviles provocan la mayor parte de las distracciones. Así, tres de cada cuatro conductores que viajan con menores giran la cabeza o miran por el retrovisor a los pequeños que van situados en el asiento trasero.
    Mantener una conversación con un acompañante, atender a los pasajeros y la presencia en el vehículo de animales de compañía que no ocupan un espacio separado provocan distracciones y pueden llegar a captar la atención del conductor y desviarle de su principal tarea. De hecho, los automovilistas reconocen que los entornos en los que más se distraen son las zonas urbanas, los tramos de recorridos conocidos y en los viajes con acompañantes.
    En este sentido, antes de iniciar un desplazamiento, hay que planificar y preparar con tiempo todo lo que puedan necesitar los niños durante el viaje y una vez llegados al destino. Por su parte, los acompañantes no deben mantener discusiones acaloradas o conversaciones que impliquen demasiada atención por parte del conductor, pues han de tener en cuenta que quien lleva el coche no puede estar pendiente de sus demandas, sino que tiene que estar atento sólo a la carretera.
  2. Las preocupaciones personales
    Una depresión, el estrés o la ansiedad provocan la falta de atención y el riesgo en la conducción. El estado de ánimo origina distracciones frecuentes al 56% de los conductores.
    Por ello se recomienda, a la hora de ponerse al volante, mantener la serenidad y dejar fuera del vehículo las prisas, el estrés y las preocupaciones personales.
  3. La manipulación de dispositivos en el vehículo
    El 54% de las personas que llevan el automóvil admite que la utilización de dispositivos durante la conducción les ocasiona distracciones habituales. De esta forma, regular la calefacción o el sistema de climatización del coche y manipular el navegador, la radio o cualquier otro sistema de comunicación se convierte en la tercera causa de accidentes por distracciones. De hecho, el tiempo de reacción de frenada aumenta de forma sensible cuando se está manipulando el equipo de música.
    El automovilista también se distrae cuando fuma, come, bebe, se maquilla, se afeita o busca algún objeto en la guantera, como las gafas de sol. Se ha constatado que encender un cigarrillo cuando se conduce multiplica por 1,5 el riesgo de accidente.
    Además, llevar el vehículo y a la vez utilizar navegadores, cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyen la atención permanente en la conducción son infracciones graves, sancionadas con una multa.
    Se recomienda disponer de sistemas o aparatos que se manejan desde el volante, sintonizar emisoras o colocar el CD antes del viaje y programar la ruta que se recorrerá antes de comenzar la conducción. En cualquier caso, con el fin de evitar siniestros, el automovilista debe mantener en todo momento las dos manos en el volante.
  4. La utilización del teléfono móvil
    El uso del teléfono móvil durante la conducción es una de las distracciones más peligrosas, pues multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente. Asimismo, chatear, manejar aplicaciones, enviar mensajes o jugar con el móvil son algunas de las conductas más imprudentes.
    El 94% de los conductores son conscientes de que hablar por teléfono sin manos libres es un comportamiento muy arriesgado. De hecho, un 46% de los automovilistas reconoce que se distrae hablando por el móvil, incluso cuando utiliza el dispositivo de manos libres.
    A este respecto, se les recuerda que una persona que habla por teléfono mientras conduce: pierde la capacidad de mantener una velocidad constante, no guarda la distancia de seguridad suficiente con el vehículo que le precede, confunde itinerarios, deja de percibir la mitad de las señales de tráfico, comete más infracciones y su tiempo de reacción aumenta entre medio y dos segundos, según los reflejos de cada conductor. La peligrosidad de hablar por el móvil al volante es equiparable a la de conducir después de haber ingerido bebidas alcohólicas y la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico aumenta entre 5 y 10 veces.
      Se recomienda a los automovilistas que no contesten al teléfono ni envíen mensajes mientras llevan el coche. Además, advierte a los ciudadanos de que no telefoneen, ni manden mensajes a sus familiares o amigos si creen que van conduciendo. Como consejo, a la hora de ponerse al volante, la persona debe olvidarse de manipular el teléfono móvil y utilizarlo sólo en caso de emergencia y con el vehículo parado fuera de la calzada.
  5. Apartar la vista de la carretera
    Un 38% de los conductores reconoce que se distrae cuando circula ante un accidente, lo que propicia una disminución de la atención en el tráfico que puede provocar otro incidente parecido. Atender a un accidente que ha tenido lugar poco tiempo antes, contemplar el paisaje o mirar una valla publicitaria son algunas de las prácticas más habituales y peligrosas, ya que alteran el ritmo normal de la conducción. Hay que tener en cuenta que cuando se circula a una velocidad de 120 km/h, se recorren unos 100 metros en solo tres segundos, una distancia similar a un campo de fútbol.
    Por ello, el que está al volante nunca debe apartar la vista del tráfico y la carretera. La Ley de Tránsito establece que el automovilista está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, de forma que pueda garantizar su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía.
  6. Conducir con fatiga o sueño
    Otros factores de riesgo más desconocidos, pero muy implicados en la accidentalidad, como en colisiones por alcance, salidas de la vía o invasiones de carril contrario, están relacionados con la fatiga, la somnolencia o el adormecimiento del conductor. Llevar el coche con cansancio implica un aumento en el número de distracciones al volante, altera la capacidad para tomar decisiones o para prestar atención al entorno y hace más difícil mantener la concentración en el tráfico.
      Se aconseja que antes de conducir se duerma bien y se evite beber alcohol y comidas copiosas. Asimismo, durante el trayecto, en caso de viajes largos, se recomienda parar cada dos horas, mantener una temperatura agradable dentro del vehículo y no fumar en el habitáculo.
  7. Otros factores humanos que provocan distracciones
    • Conducir bajo los efectos de alcohol, fármacos o sustancias sicotrópicas.
    • Tener una edad avanzada.
    • Circular a una velocidad excesiva. En este sentido, cuanto mayor es la velocidad a la que va el coche, menor margen de reacción tiene el conductor frente a los imprevistos.
  8. Otros factores externos
    • Una señalización incorrecta en la carretera y un deficiente grado de luminosidad (sobre todo en la entrada y salida de túneles o por la noche) potencian la aparición de fatiga.
    • La confianza en una ruta o itinerario conocidos hace que se baje la guardia al estar al volante.
    • La búsqueda de información ajena a la conducción, como una gasolinera, un restaurante o un establecimiento de hospedaje, puede provocar distracciones. 


    ING. DAVID GAITAN FUENTES
    Consultor en Ingeniería de Tránsito con más de 30 años de experiencia y con estudios realizados en Japón.


    CONSULTORA GAITAN colaborando en la puesta en práctica de la Seguridad Vial en Nicaragua.