domingo, 4 de mayo de 2014

DECLARACION DE LA ASOCIACION MEDICA MUNDIAL SOBRE EL ALCOHOL Y LA SEGURIDAD EN CARRETERA

Declaración de la Asociación Médica Mundial sobre el alcohol y la seguridad en carretera

Adoptada por la 44ª Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, Septiembre de 1992
Introducción
Los muertos y heridos en los accidentes de tránsito y atropellos constituyen un importante problema de salud pública. Puesto que una buena cantidad de muertos y mutilados en carretera son jóvenes, los años de esperanza de vida perdidos por dicha causa igualan a lo que ocurre con las principales epidemias modernas de enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
En muchos países, donde el consumo de alcohol es aceptado como parte de la vida diaria, se ha demostrado que los conductores en estado de ebriedad son responsables de casi la mitad de la cantidad de muertos y heridos graves en accidentes de tránsito.
En consecuencia, las medidas que prohiban conducir en estado de ebriedad permitirían un gran mejoramiento en la seguridad en carretera y una notable disminución de muertos y mutilados.
La conducción de un vehículo implica ciertos riesgos. El conductor responsable controla siempre los riesgos que enfrenta y se asegura que el nivel de riesgo nunca sobrepase lo que él estima inaceptable. El alcohol altera la evaluación subjetiva del conductor respecto a los riesgos, de modo que su comportamiento es más arriesgado, al mismo tiempo que disminuye la capacidad de conducción objetiva debido a los efectos del alcohol. Esto origina los accidentes de tránsito por causa del alcohol.
El bebedor que toma la decisión de conducir se ve enfrentado a una decisión análoga con respecto a los riesgos. Se trata principalmente del riesgo de desplazarse por las carreteras con seguridad. La evaluación subjetiva de dicho riesgo se distorsiona progresivamente por los efectos del alcohol. Por lo tanto, es necesario asegurarse que el conductor tomará o no el vehículo antes de que consuma suficiente alcohol como para que afecte realmente su juicio. Esto implica que los límites legales de concentración de alcohol en la sangre de los conductores deben fijarse a un nivel bajo, un nivel donde la evaluación subjetiva de los riesgos sea realista para toda la gente.
Los problemas importantes de salud pública necesitan acciones coordinadas. El detalle de cualquier iniciativa exitosa debe estar basado en un análisis del problema, puesto que afecta a un país y cultura en particular. En la mayoría de los países, los accidentes de tránsito por causa del alcohol tiene como protagonistas en forma desproporcionada a adolescentes y adultos jóvenes, es importante entonces realizar esfuerzos especiales a fin de disminuir el consumo de alcohol en dicho grupo. En muchos de estos casos, el problema del alcohol en la conducción es reflejo de problemas de alcoholismo en el trabajo, en el hogar o en el círculo social.
Para que un programa tenga buenos resultados debe contar con:
- la educación de la población en relación a la seriedad del problema y a las razones por las cuales el alcohol es peligroso para el conductor, a fin de cambiar la actitud de la población en lo que se refiere a beber y conducir.
- el apoyo de estas actitudes por medio de políticas apropiadas de imposición y sanciones legales.
- la identificación de bebedores problemáticos que pueden necesitar medidas adicionales.
Recomendaciones
La Asociación Médica Mundial insta a todas las asociaciones nacionales a promover los siguientes principios:
1. Los accidentes de tránsito a causa del alcohol constituyen un importante problema de salud pública evitable. La salud pública debe orientar sus recursos a este problema en proporción a su importancia.
2. La consideración de medidas de prevención detalladas necesita una buena comprensión de los grupos de edad y sociales, como de las razones sociales que originan los problemas en dichos grupos. Se debe realizar una investigación que muestre esos puntos de manera detallada. Cuando se compruebe la participación de grupos sociales específicos, se deben poner en marcha estrategias globales para tratar sus problemas. Esto puede representar una limitación del consumo de alcohol para dichos grupos y una forma de asegurarse que los que venden bebidas alcohólicas tengan parte de responsabilidad por las consecuencias de dicha venta. Debe existir educación dirigida a un cambio de actitud, respaldada con sanciones, si es necesario; además se debe eliminar el alcohol de los lugares de trabajo.
3. El accidente de tránsito a causa del alcohol debe ser considerado como un problema particular del alcoholismo, mientras que otros incluyen los accidentes de trabajo, desavenencia y violencia familiar y enfermedades. Esto debe reflejarse en el tratamiento médico y legal de los individuos.
a) Nunca se debe perder la oportunidad de rehabilitar a una persona alcohólica. Todo conductor sentenciado por manejo bajo la influencia del alcohol o con un exceso de alcohol en la sangre (o aliento) debe ser controlado por otros problemas relacionados al alcohol y, cuando corresponda, se le debe poner en un programa de rehabilitación.
b) Los programas de rehabilitación previstos para estos efectos deben ser financiados con fondos públicos, en consideración al grave riesgo que representa para el bienestar público el problema de la dependencia del alcohol.
4. La educación de la población debe asegurar que el efecto progresivo del alcohol en los reflejos del conductor y la evaluación de los riesgos sean bien comprendidos. No se debe olvidar, por lo general, los efectos del alcoholismo en la salud y el público debe reconocer los riesgos de complicaciones médicas cuando una persona ebria resulta herida.
a) El mensaje principal de salud debe ser que el alcohol siempre debe consumirse con moderación.
b) El mensaje específico debe ser que no se debe conducir en estado de ebriedad.
c) El problema particular de conductores adolescentes y adultos jóvenes que consumen alcohol debe ser tratado en programas educacionales sobre los efectos del alcohol, que se dicten durante los años escolares a fin de promover una actitud responsable frente al alcohol y la conducción. También se deben tocar otros temas relacionados con el alcohol, en forma simultánea.
5. Los médicos deben reafirmar la necesidad de una baja concentración legal de alcohol en la sangre en los conductores, que no sea superior a 50mg/100ml de sangre o concentraciones equivalentes en el aliento.
Los bajos límites legales tienen un efecto limitado si no se aplica la ley como corresponde. Las asociaciones nacionales deben insistir sobre las siguientes recomendaciones:
i) todo conductor víctima de un accidente grave debe someterse a un control de concentración de alcohol en la sangre (o aliento).
ii) efectuar controles al azar de los conductores, en general o en los momentos donde hay más posibilidades de accidentes de tránsito a causa del alcohol.